¿Qué es la innovación?
¿Es la innovación la clave de la competitividad?
Hoy en día escuchamos y leemos que debemos innovar; y a su vez, nos ofrecen muchos servicios y productos innovadores para mejorar nuestra calidad de vida o, darle un giro a nuestro negocio, para que sea “más innovador”. Sin embargo, ¿entendemos con claridad este término?
Para empezar, tomando en cuenta una definición un poco más académica, quiero ahondar en que un producto, servicio o proceso para ser innovador, tiene que ser rentable. Esa es la esencia de la innovación. No basta con ser una “buena idea” ya que, dependiendo del contexto en el que se aplique, es indispensable el retorno que nos dará su desarrollo. En términos generales, una idea por sí sola puede que no genere valor; pero si esa misma idea se la emplea para resolver un problema que afecta a un grupo de personas que comparten una necesidad en común, se convierte en algo brillante y de alto potencial. Es decir, este es el segundo factor determinante para que algo sea innovador: resolver un problema o necesidad generando un alto impacto (valor).
Por último, otro aspecto crucial para que una idea sea innovadora, es indispensable identificar cómo se llevará a cabo la misma. Tú puedes haber identificado una necesidad o un problema y sabes que solucionarlo atenderá a miles de personas (quizá hasta millones), pero si no has planteado por lo menos un diseño y echado números con un asesor para ver qué tan factible es su desarrollo, puede que sufra el riesgo de no mantenerse en el tiempo.
Hay innumerables ejemplos de innovación a lo largo de toda la historia de la humanidad, pero les daré un ejemplo: las hélices eólicas que me imagino todos las conocen. Surgieron hace miles de años, pero fue en la década de los ochentas que empezó su masificación. Hoy en día existen en todos los continentes. Si bien resulta una industria que ha tenido sus altos y bajos, su demanda es creciente y seguirá esa tendencia en los próximos años. Aunque demoró más de 4 décadas en surgir la industria, y demoró más de miles de años desde que las antiguas civilizaciones ya la utilizaban, la energía eólica genera un alto valor a la sociedad hoy en día como fuente alternativa. Es una fuente de ingresos para muchísimos empleos de grandes empresas a nivel mundial y, se ha demostrado que es factible y sigue desarrollándose.
Considero que esta descripción resulta un consejo muy valioso para cualquier compañía (independientemente de su tamaño): no hay una única manera de hacer las cosas, lo importante es estar siempre abiertos a conocer nuestro mercado para identificar las necesidades de nuestros clientes para diferenciar nuestros productos (o servicios) para mejorar nuestra oferta de valor.
Ahora, aterrizando a nuestro contexto, las proyecciones del Foro Económico Mundial desde el 2017, indican que estamos llegando a la era de la hiperpersonalización de los servicios. Es decir que con el soporte del avance tecnológico y sistemas que nos permiten conocer más y mejor a nuestros clientes y ampliar mercados, se puede mejorar nuestra oferta de servicios (o productos). Lo importante es fomentar en los equipos de trabajo una cultura innovadora para estar en capacidad de aventajar a la competencia.
Espero que esta explicación haya aclarado tus dudas sobre qué es la innovación; pero si te quedó alguna inquietud, te recomiendo ver el siguiente video ¿qué es la innovación?, ofrece una explicación gráfica y muy clara de sus características.
Por si alguien quiere conocer más sobre el mapa mundial de la energía eólica, les dejo los links: